En 1967, Egipto sufrió la peor derrota militar en su historia. Sin embargo, al finalizar la contienda, la Unión Soviética se comprometió a reponer y mejorar al malogrado ejército de Nasser. La URSS entregó a Egipto 120 aviones MIG 21 mientras que 200 pilotos y 15.000 soldados soviéticos accionaban parte del material bélico en suelo egipcio.
Nasser falleció de un ataque al corazón en 1970. Su sucesor como Presidente de Egipto, Anwar El-Sadat, era visto como un líder momentáneo ya que carecía del carisma y el apoyo que disfrutaba Nasser entre los mandos del ejército. Sin embargo, Sadat logró estabilizar su gobierno. Por un lado, eliminó a los extremistas de su gobierno para que no lo condujesen a acciones militares irresponsables contra Israel. Por otro, decidió salir a una nueva guerra contra Israel en el primer momento oportuno. Sadat veía como las negociaciones entre Egipto e Israel; según lo acordado en los principios del "Programa Rogers"; no daban los frutos esperados.
Las negociaciones estaban estancadas e Israel parecía asegurar el estatus quo para su propio beneficio. En el verano de 1971, Egipto firmó un acuerdo de "amistad militar" con la Unión Soviética. A la vez, anuló el cese de fuego con Israel a pesar de prometerle a los Estados Unidos que no reanudaría las acciones militares en la zona del Canal de Suez. En julio de 1972, Anwar El-Sadat anunció dramáticamente que los especialistas soviéticos abandonarían su país. Se trataba de una maniobra para convencer a los israelíes que Egipto no pretendía iniciar una nueva guerra. Israel reforzó aún más su concepción: Egipto no atacaría sin contar con una importante superioridad militar y menos con Sadat en el poder. En 1971 Sadat anunció que se vivirían “sucesos decisivos” y nada ocurrió. Durante 1972 se repitió el amague. En septiembre de 1973 hubo un combate aéreo entre Siria e Israel. En la batalla, 13 aviones sirios fueron destruidos y un avión israelí fue derribado. Todo confirmaba que la superioridad israelí era terminante. Tras este enfrentamiento se produjo un reagrupamiento de las fuerzas árabes en el norte y en el sur. Israel entendió estos movimientos militares como una consecuencia directa de la batalla en Siria. Durante estos días, Siria y Egipto acordaron secretamente que saldrían a una guerra conjunta para destruir a Israel.
El Día del Perdón judío de 1973 (Iom Kipur) el servicio de inteligencia israelí comenzó a recibir detalles sobre una serie de ejercicios militares poco comunes del lado egipcio y sirio. Desde una fuente secreta egipcia llegó una información que confirmaba que, en las altas esferas políticas de su país, se había decidido comenzar una guerra. Además, se informaba que los especialistas soviéticos y sus familias habían sido evacuados del país. El ataque sorpresa egipcio comenzó a las 14 horas. Unos 1.000 cañones egipcios iniciaron un bombardeo desde el oeste del Canal de Suez. En esos momentos, sólo 600 soldados israelíes protegían las bases ubicadas a lo largo del Canal, en la Línea Bar-Leb. El 13 de octubre, el Presidente Nixon decidió renovar el mermado stock militar israelí con un puente aéreo que contenía seis toneladas de material bélico. El ejército israelí reanudó su contraataque.
El 16 de octubre, la ciudad de Suez, al oeste del Canal, fue tomada por Tzahal. La carretera Suez-El Cairo fue cortada y el "tercer ejército egipcio" (20.000 hombres y 300 tanques) fueron sitiados por Israel en una magnifica maniobra militar. Las fuerzas de Tzahal se estacionaron a sólo 101 km de El Cairo. En el frente sirio, 700 tanques y tres divisiones sirias entraron a la meseta del Golán. La aviación israelí sufrió los embates de los misiles SAM-6 sirios. Sin embargo, los tanques hebreos soportaron el primer golpe sorpresa, y para el 8 de octubre Israel inició un feroz y exitoso contraataque. La fuerzas israelíes culminaron apostadas a sólo 40 km de distancia de la capital Siria, Damasco.
En la Guerra de Iom Kipur los israelíes sufrieron 2.522 muertos. Los sirios perdieron 3.500 soldados y los egipcios casi 15.000. Israel apresó 8.800 soldados, destruyendo 2.000 tanques y 450 aviones. Israel perdió 800 tanques y 15 aviones. Además, unos 400 soldados fueron apresados por los ejércitos enemigos.
Desde el punto de vista militar, Israel logró una clara victoria. Desde el punto de vista político el ataque sorpresa acusaba errores de "concepción militar" muy graves, reforzando la posición árabe a la hora de negociar. Ya no se trataba de los mismos egipcios que habían sido humillados en 1967, ahora se trataba de un ejército que había dañado militar y moralmente a Israel.
Cuando las potencias entendieron que las capitales árabes peligraban, exigieron el cese total de las hostilidades entre las partes. El Consejo de Seguridad de la ONU emitió la Resolución 338 (del 22 de octubre de 1973) que fue aceptada sólo por Egipto. Israel pretendía aprovechar su recompuesta superioridad militar hasta el último momento. Pasados unos días, el Consejo de Seguridad adoptó la resolución 339 (24 de octubre) que exigía el regreso de las fuerzas a los lugares ocupados antes del inicio de los combates. Esta resolución fue implementada en enero de 1974. La resolución 338, al igual que la 242, pasaron a formar parte del léxico cotidiano de las negociaciones entre árabes e israelíes.
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