En junio de 1974, en la 12º Asamblea Nacional, la OLP adopta su "Programa de 10 puntos" en el cual se reconoce la posibilidad de establecer un estado palestino momentáneo como base para emprender una lucha armada contra Israel. El objetivo se mantenía, liberar toda "Palestina" por la fuerza (artículo 2). Este programa se conoce también como Plan de Pasos. El plan de pasos no pretendía abandonar la lucha armada.
21 niños fueron asesinados y 68 fueron heridos. |
Las acciones terroristas continuaban junto a este intento de abrir una puerta a la acción política o diplomática. El 11 de abril de 1974, un grupo de terroristas tomó prisioneros israelíes en el poblado norteño de Kiriat-Shmona. Tres terroristas fueron abatidos por Tzahal. Sin embargo, lograron asesinar a 18 personas, entre ellas 8 niños. El 15 de mayo de ese año, un grupo de terroristas del grupo "Hawatme" (que era parte de la OLP) tomó a 100 niños y a cuatro de sus maestros como rehenes en un colegio de Maalot. Al fracasar las negociaciones entre terroristas y Tzahal, se decidió liberar a los rehenes por la fuerza. Los terroristas fueron vencidos, pero un total de 21 niños fueron asesinados y otros 68 fueron heridos.
El artículo 3 del Plan de Pasos de la OLP (1974) rechazaba toda iniciativa que incluyese el reconocimiento de Israel o la aceptación de su existencia en fronteras seguras. El gobierno de Israel consideró que la OLP no se había moderado, sino que se trataba de un evidente timo destinado a engañar a los más incrédulos. Estados Unidos dijo entonces que la decisión adoptada por OLP no justificaba invitarla a participar en conversaciones de paz.
Mientras tanto, en Israel, los ministros Aharón Iariv y Victor Shem-Tov presentaron los llamados Principios Shem-Tov-Iariv por los cuales Israel se mostraba dispuesta a negociar con todo grupo palestino que reconociese a Israel y que abandonase la opción del uso de la fuerza. El gobierno de Israel no adoptó oficialmente estos principios a pesar de que las negociaciones futuras con los palestinos y con los Estados Unidos estarían basadas en estos principios. Tras la Guerra de Iom Kipur, Israel y Egipto-Siria acordaron separar las fuerzas e intercambiar prisioneros de guerra. Los norteamericanos creían que estos acuerdos servirían como base para un acuerdo futuro entre Israel y sus vecinos árabes bajos los auspicios de los principios 242 y 383 de la ONU.
Estados Unidos decidió mediar entre Damasco, Jerusalén y El Cairo. En dichos viajes, el Secretario de Estado Henry Kissinger intentaba acercar a las partes extendiendo promesas y amenazas. Los Estados Unidos y Henry Kissinger estaban interesados en aumentar la influencia norteamericana no sólo en Israel sino, por sobre todo, en los países árabes de la zona, neutralizando el patronazgo de la Unión Soviética. Egipto era el país más predispuesto a llegar a un acuerdo con Israel. Sadat decía que estaba preparado para llegar a un acuerdo general con Israel, siempre y cuando este país declarase que abandonaba los territorios conquistados en 1967 y se llegase a una solución para el problema de los refugiados palestinos.
Henry Kissinger logró convencer a las partes a firmar un acuerdo intermedio que iba a ser la base para un acuerdo de paz total entre Egipto e Israel. Según el Acuerdo intermedio, firmado en agosto de 1975, Israel retrocedería hasta la mitad del Sinaí, por la zona del Paso de Mitla. En esta zona se levantarían dos bases de información formalmente norteamericanas pero que; de hecho; serían una base de información israelí en la zona egipcia y una egipcia en la parte israelí del Sinaí. Los pozos petrolíferos en el Sinaí pasarían a manos egipcias bajo vigilancia de las fuerzas de la ONU. Egipto se comprometía a no utilizar la fuerza para solucionar el conflicto árabe-israelí a pesar de negarse a declarar un estado de no-beligerancia que la comprometería jurídicamente.
El artículo 3 del Plan de Pasos de la OLP (1974) rechazaba toda iniciativa que incluyese el reconocimiento de Israel o la aceptación de su existencia en fronteras seguras. El gobierno de Israel consideró que la OLP no se había moderado, sino que se trataba de un evidente timo destinado a engañar a los más incrédulos. Estados Unidos dijo entonces que la decisión adoptada por OLP no justificaba invitarla a participar en conversaciones de paz.
Mientras tanto, en Israel, los ministros Aharón Iariv y Victor Shem-Tov presentaron los llamados Principios Shem-Tov-Iariv por los cuales Israel se mostraba dispuesta a negociar con todo grupo palestino que reconociese a Israel y que abandonase la opción del uso de la fuerza. El gobierno de Israel no adoptó oficialmente estos principios a pesar de que las negociaciones futuras con los palestinos y con los Estados Unidos estarían basadas en estos principios. Tras la Guerra de Iom Kipur, Israel y Egipto-Siria acordaron separar las fuerzas e intercambiar prisioneros de guerra. Los norteamericanos creían que estos acuerdos servirían como base para un acuerdo futuro entre Israel y sus vecinos árabes bajos los auspicios de los principios 242 y 383 de la ONU.
Estados Unidos decidió mediar entre Damasco, Jerusalén y El Cairo. En dichos viajes, el Secretario de Estado Henry Kissinger intentaba acercar a las partes extendiendo promesas y amenazas. Los Estados Unidos y Henry Kissinger estaban interesados en aumentar la influencia norteamericana no sólo en Israel sino, por sobre todo, en los países árabes de la zona, neutralizando el patronazgo de la Unión Soviética. Egipto era el país más predispuesto a llegar a un acuerdo con Israel. Sadat decía que estaba preparado para llegar a un acuerdo general con Israel, siempre y cuando este país declarase que abandonaba los territorios conquistados en 1967 y se llegase a una solución para el problema de los refugiados palestinos.
Henry Kissinger logró convencer a las partes a firmar un acuerdo intermedio que iba a ser la base para un acuerdo de paz total entre Egipto e Israel. Según el Acuerdo intermedio, firmado en agosto de 1975, Israel retrocedería hasta la mitad del Sinaí, por la zona del Paso de Mitla. En esta zona se levantarían dos bases de información formalmente norteamericanas pero que; de hecho; serían una base de información israelí en la zona egipcia y una egipcia en la parte israelí del Sinaí. Los pozos petrolíferos en el Sinaí pasarían a manos egipcias bajo vigilancia de las fuerzas de la ONU. Egipto se comprometía a no utilizar la fuerza para solucionar el conflicto árabe-israelí a pesar de negarse a declarar un estado de no-beligerancia que la comprometería jurídicamente.
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