Bush y Abdallah |
La propuesta de Ginebra fue enviada por correo a miles de hogares israelíes. En Tel Aviv y en Ramallah se abrieron oficinas para difundirla. El rey Abdallah de Arabia Saudita presentó sus “intenciones” de paz pocos días después de los atentados de las Torres Gemelas. Cabe recordar que tras estos atentados, el gobierno norteamericano y parte de la opinión pública criticó duramente a Arabia Saudita por posible ocultamiento de información sobre Al Qaeda y su líder, el ciudadano saudita Ossama Bin-Laden. Además, se sospechaba de una posible implicación de la corona en el financiamiento indirecto de las actividades terroristas de grupos islamistas. Otros especialistas; como el Dr. Gay Bajor; interpretan el lanzamiento de la propuesta como un intento (exitoso) de recibir el apoyo de occidente en la contienda interna por la sucesión al trono. Algunos portavoces árabes criticaron a Abdallah por adelantar su proyecto a un periodista del New York Times, además judío, el renombrado Tomas Fridman.
¿Qué dice la Iniciativa de paz de Arabia Saudita?
El plan ofrece una serie de puntos a tener en cuenta:
1- fin del conflicto y un proyecto de paz zonal,
2- retirada total de Israel de Judea, Samaria y la Franja de Gaza,
3- Jerusalén oriental será la capital del estado palestino soberano,
4- normalización de las relaciones entre los paísesárabes e Israel,
5- solución “justa” al problema de los refugiados palestinos.
Pasemos a señalar algunos puntos en discordia: Ante todo, el problema de los refugiados palestinos. El término “una solución justa” despierta muchas sospechas y rechazo entre los israelíes. Se trata de un punto de inflexión en toda negociación. La mayoría de los israelíes no están dispuestos a permitir el regreso masivo de palestinos a la Israel reconocida internacionalmente.
No pocos especialistas afirman que el tema de los refugiados palestinos fue fundamental en el fracaso de las negociaciones entre Barak y Arafat en el 2000. Aceptar el regreso de varios cientos de miles de palestinos puede modificar el sentido “judío” y “democrático” del Estado de Israel. En el 2004, el periódico kuwaití As-Siyasa publicaba una propuesta por la cual los países árabes absorberían dos millones de refugiados palestinos y el resto llegarían a Israel. El ministro de relaciones exteriores palestino Nabil Shaat afirmó entonces que esta propuesta “carecía de sentido”, quedando en la nada.
Por un lado, la declaración dice “alcanzar una solución justa y acordada para el problema de los refugiados palestinos de acuerdo a la resolución 194 de la Asamblea General de la ONU”. Por otro lado, se anexó una exigencia del Líbano en donde se afirma que los países árabes y el Líbano, en especial, no deben hospedar los desplazados palestinos provocados por la guerra con Israel.
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