Binyamin Netanyahu y Yasser Arafat 1997 |
Binyamin Netanyahu, al asumir como primer ministro, declaró que no permitiría que Arafat continúe con su política de puerta giratoria en donde los terroristas entraban a prisión para salir pasadas unas pocas horas. Netaniahu anunció que respetaría los acuerdos firmados por su predecesor. De hecho, se firmó el Acuerdo de Hebrón (del 17 de enero de 1997) en donde se establecía una zona conocida como H1 en donde regía la misma ley que en la zona A de Cisjordania (total autonomía civil y militar de la Autoridad Palestina) y una segunda zona (H2) en donde habitaban colonos judíos y que quedarían bajo la protección militar y legal de Israel. El Acuerdo de Hebrón fue aprobado en el gobierno por una mayoría de 11 contra 7 ministros mientras que en la Knesset recibió el apoyo de 87 contra 17 diputados.
A diferencia del espíritu de aparente confianza que ambientaba las negociaciones entre la cúpula del partido Laborista y Arafat, el gobierno de Netaniahu declaró, una y otra vez, que estaba en contra de la creación de un estado palestino independiente. Además, y según palabras del propio primer ministro, las concesiones territoriales y políticas de Israel pasaban a estar supeditadas a las acciones de Arafat y no a sus declaraciones de buena voluntad. En otras palabras “Itnú, iekablú... lo itnú, lo iekablú” (“Nos darán (lo que pedimos, seguridad), recibirán... no nos darán, no recibirán), afirmaba Netaniahu.
Por un lado, se declaraba que se deseaba avanzar en el proceso de paz y hasta se firmaban ciertos acuerdos como el de Hebrón. Por otro, se continuaba construyendo en los asentamientos israelíes de Cisjordania y se tomaban ciertas decisiones gubernamentales que el lado palestino interpretaba como “unilaterales”, por serlo, o simplemente ya que se manipulaban para beneficio de los intereses políticos internos de Yasser Arafat. A pesar del encuentro entre Netaniahu y Arafat del 4 de setiembre de 1996, en la primera oportunidad se produjo un enfrentamiento armado entre los policías palestinos y el ejército israelí.
Esto sucedió el 24 de setiembre de 1996. El gobierno de Israel decidió abrir un túnel que permite ver la continuación bajo tierra del Muro de los Lamentos, construido en la época del Segundo Templo. Esta medida estaba destinada a promover el turismo y según los portavoces israelíes, se había tomado tal decisión tras consultarlo con las autoridades religiosas musulmanas. Arafat reaccionó duramente, llamando a los palestinos a manifestarse. Según Arafat, se trataba de una violación del estatus quo religioso ya que el túnel pasaba por debajo del Domo de la Roca.
Las manifestaciones palestinas dieron paso a enfrentamientos armados entre los policías palestinos que, en vez de calmar a las masas, disparaban contra los soldados israelíes. En tres días murieron 100 palestinos y 26 israelíes. Esta pequeña "Intifada" culminó con la tajante mediación de los Estados Unidos. Yasser Arafat pretendía "comunicarle" al gobierno de Israel que no aceptaría un cambio en las reglas del juego de Oslo mientras demostraba que mantenía viva la opción militar. El gobierno de Binyamín Netaniahu en cambio, mostraba que si bien respetaría los acuerdos for-males, ni el “espíritu” de Oslo ni los patrones de conducta de ceder sin exigir con contundencia lo comprometían.
Durante el gobierno de Netaniahu se vivió una relativa calma en la seguridad personal de los israelíes. Hubo un atentado terrorista grave en el mercado de Majane Iehúda en Jerusalén el 30 de julio de 1997. En este atentado fueron asesinadas 15 personas y otras 175 resultaron heridas. El gobierno israelí respondió implementando un sitio sobre las ciudades palestinas y castigando económicamente al gobierno de Arafat.
A diferencia del espíritu de aparente confianza que ambientaba las negociaciones entre la cúpula del partido Laborista y Arafat, el gobierno de Netaniahu declaró, una y otra vez, que estaba en contra de la creación de un estado palestino independiente. Además, y según palabras del propio primer ministro, las concesiones territoriales y políticas de Israel pasaban a estar supeditadas a las acciones de Arafat y no a sus declaraciones de buena voluntad. En otras palabras “Itnú, iekablú... lo itnú, lo iekablú” (“Nos darán (lo que pedimos, seguridad), recibirán... no nos darán, no recibirán), afirmaba Netaniahu.
Por un lado, se declaraba que se deseaba avanzar en el proceso de paz y hasta se firmaban ciertos acuerdos como el de Hebrón. Por otro, se continuaba construyendo en los asentamientos israelíes de Cisjordania y se tomaban ciertas decisiones gubernamentales que el lado palestino interpretaba como “unilaterales”, por serlo, o simplemente ya que se manipulaban para beneficio de los intereses políticos internos de Yasser Arafat. A pesar del encuentro entre Netaniahu y Arafat del 4 de setiembre de 1996, en la primera oportunidad se produjo un enfrentamiento armado entre los policías palestinos y el ejército israelí.
Esto sucedió el 24 de setiembre de 1996. El gobierno de Israel decidió abrir un túnel que permite ver la continuación bajo tierra del Muro de los Lamentos, construido en la época del Segundo Templo. Esta medida estaba destinada a promover el turismo y según los portavoces israelíes, se había tomado tal decisión tras consultarlo con las autoridades religiosas musulmanas. Arafat reaccionó duramente, llamando a los palestinos a manifestarse. Según Arafat, se trataba de una violación del estatus quo religioso ya que el túnel pasaba por debajo del Domo de la Roca.
Las manifestaciones palestinas dieron paso a enfrentamientos armados entre los policías palestinos que, en vez de calmar a las masas, disparaban contra los soldados israelíes. En tres días murieron 100 palestinos y 26 israelíes. Esta pequeña "Intifada" culminó con la tajante mediación de los Estados Unidos. Yasser Arafat pretendía "comunicarle" al gobierno de Israel que no aceptaría un cambio en las reglas del juego de Oslo mientras demostraba que mantenía viva la opción militar. El gobierno de Binyamín Netaniahu en cambio, mostraba que si bien respetaría los acuerdos for-males, ni el “espíritu” de Oslo ni los patrones de conducta de ceder sin exigir con contundencia lo comprometían.
Durante el gobierno de Netaniahu se vivió una relativa calma en la seguridad personal de los israelíes. Hubo un atentado terrorista grave en el mercado de Majane Iehúda en Jerusalén el 30 de julio de 1997. En este atentado fueron asesinadas 15 personas y otras 175 resultaron heridas. El gobierno israelí respondió implementando un sitio sobre las ciudades palestinas y castigando económicamente al gobierno de Arafat.
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