miércoles, 20 de julio de 2011

Paz en el Norte

En el frente sirio y bajo mediación del Presidente de EE.UU. Bill Clinton, israelíes y sirios se reunieron en Sheperstown (enero 2000) para una conferencia maratónica destinada a solucionar el conflicto en el frente norte. Las negociaciones se estancaron el 11 de enero y las partes quedaron en volver a reunirse en breve más no lo volvieron a hacer. Las autoridades sirias e israelíes no explicaron el fracaso de las negociaciones.

Por lo visto, Ehud Barak se había comprometido a retirar los civiles y al ejército israelí hasta el límite fijado por el Mandato Británico sobre Palestina, situación que mantenía el dominio israelí sobre todo el lago Kineret (Tiberiades o Mar de la Galilea) y las aguas del Jordán, incluyendo unos 10 metros al este del lago. Siria exigía la retirada israelí hasta la línea del 4 de junio de 1967 (Guerra de los Seis Días), lo que incluía una serie de territorios conquistados por Siria a principios de la década del 50'. El Presidente sirio Jafez El-Assad exigía, además, el acceso al lago Kineret y al río Jordán. Jafez El-Assad falleció el 10 de junio del 2000 siendo reemplazado por su hijo Bashar. Las autoridades israelíes consideraban; con razón; que las posibilidades de alcanzar un acuerdo con Bashar El-Assad eran poco probables a mediano plazo ya que el joven sucesor debía asentarse en el poder por lo que sería incapaz de realizar concesiones en el frente israelí.

Ehud Barak había prometido durante su campaña electoral que al finalizar su primer año en el poder retiraría a los soldados israelíes de la Franja de Seguridad del sur del Líbano. Barak consideraba que, de llegarse a un acuerdo con Siria, también se solucionaría el problema con el Líbano ya que la influencia de Damasco en Beirut era determinante. Las negociaciones con Siria fracasaron. Sin embargo, Barak decidió apostar por una retirada unilateral del sur del Líbano suponiendo que si Hezbollah atacaba a Israel, el atacado tendría legitimidad internacional para defenderse.
Retirada Israelí del sur del Líbano
Israel declaró que la retirada se realizaría el 6 de julio del 2000. El gobierno de Israel pasaba a desentenderse de los soldados del Ejército del sur del Líbano (Tzadal), los aliados cristianos maronitas que habían combatido junto a Israel. La retirada se realizó de forma torpe y atolondrada el 24 de mayo, debido al desmantelamiento descontrolado del Tzadal, fuerza que sentía que se la abandonaba en medio de los enemigos musulmanes chiitas del Hezbollah. En el marco de las negociaciones con Siria, Ehud Barak había exigido que los soldados del Tzadal fuesen incorporados al ejército del Líbano. Al desarmarse el Tzadal, muchos soldados maronitas y sus familias optaron por buscar refugio y exiliarse dentro de Israel. Otros, optaron por quedarse para enfrentar a la dudosa justicia libanesa.

El Hezbollah y el mundo árabe interpretó la retirada israelí del sur del Líbano como una derrota del ejército hebreo y una humillación. El líder del Hezbollah Hassan Nasrallah pasó a ser considerada como una de las figuras más populares en el mundo islámico y árabe. Si Hezbollah logró expulsar a Israel por la fuerza; pensaban los palestinos; también "nosotros" podríamos lograrlo. Las imágenes de los soldados israelíes huyendo del sur del Líbano, abandonando uniformes y equipos, circuló por los medios de comunicación del mundo, no favoreciendo el poder de disuasión del ejército israelí. El efecto psicológico de la torpe retirada israelí del sur del Líbano explica, en parte, el comienzo de la Intifada de El-Aksa a los pocos meses.

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